Todo comenzó por un broche con forma de cebra que al final no me puse. Me fascinan las cebras, sus colores y su forma, tengo mil prendas imitando su estampado y un cuadro que preside mi dormitorio con la cara de una de ellas. Volvamos al broche, ese que ya me pondré otro día y a raíz del que decidí buscar unas botas negras y un vestido negro liso para combinarlo junto con mi reloj y mi bolso sin que resultara pesado.
La clave está, en el pañuelo, que a veces lo uso como cinturón o me lo ato al cuello pero que esta vez he decidido que vaya en el pelo a modo de turbante. El resultado me gustó más de lo que yo misma esperaba.
Ahora, vayamos al título ¿blanco o negro? Quizás las cebras me gustan tanto porque siempre he sido muy de extremos, o sí o no, o todo o nada, pero últimamente voy aprendiendo que todo es muy relativo y que las circunstancias condicionan cualquier experiencia, así que por lo pronto me decido por la escala de grises que median entre estos dos colores, los más recurrentes en el mundo de la moda.
Vestido: Stradivarius
Reloj: Blanco
Botas: Stradivarius
Pañuelo cebra: Sunflowers
Bolso: Kahila